jueves, 27 de octubre de 2011

PRESIONAN A PACIENTES PARA RENUNCIAR AL MEDICAMENTO DE SIDA EN EL D.F.

* Falta de ética en la investigación o desvío de recursos para campaña electoral
* Acto discriminatorio y racista

Por Jaime Montejo de la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, México, D.F., 27 de octubre de 2011.- La doctora Erika Oltehua Garatachea con cédula profesional 3309411, adscrita  a medicina interna e infectología en la Clínica Condesa del Distrito Federal, está presionando a sus pacientes, mujeres seropositivas cuya carga viral es indetectable, que firmen un documento para ya no recibir medicamento antirretroviral, señalándoles que ya no lo necesitan y que le están quitando una oportunidad a otras personas que sí lo requieren, denunció Esperanza, indignada a esta agencia de noticias.

Por otro lado, en estas fechas, organizaciones y personas que viven con VIH-sida, se preparan para cabildear un  presupuesto decoroso para el año 2012,  que garantice el acceso universal de tratamientos, prevención y pruebas de detección.

El estudio de laboratorio que mide la carga viral del Virus de la Inmunodeficiencia Humana, establece qué cantidad del virus  hay en el organismo de un paciente, aseguró Marcela, promotora de salud de la Red Mexicana de Trabajo Sexual en la Merced. Así mismo, la entrevistada hizo énfasis en el hecho de que cuando una persona que vive con VIH-sida, obtiene un resultado “indetectable” en este examen clínico, significa que el virus esta bajo control y que debe seguir tomando sus medicinas para mantenerse sana y no recaer.

No tomar el medicamento antirretroviral, no sólo pone en riesgo la salud de la persona que lo suspende, sino también su vida; por lo que es irresponsable que un médico presione a su paciente para hacerlo argumentando mentiras, indicó Marilyn, transgénero que vive con VIH desde hace más de 12 años, quien también es paciente de la Clínica Condesa.

Si lo que está en juego es un protocolo de investigación en aras de algún descubrimiento, por ética la doctora debería informarlo de manera cabal a sus pacientes, mostrándoles los riesgos a la salud que ello implica para una persona que piense suspender su medicamento, antes de pedir su consentimiento y firma en una hoja que ni siquiera les permiten leer, sugirió Marcela.

Ahora, esperamos que el caso de Esperanza, no sea una muestra de muchos otros más cuya justificación, ya sea la de una investigación o por el desvío de recursos para la campaña electoral del año 2012, perjudica la salud y la vida de los pacientes de la Clínica Condesa, refirió Marilyn.

Esperanza es una mujer indígena de 32 años de edad, que vive con VIH desde hace 7 años, cuya carga viral es indetectable desde hace más de un año, que ha modificado sus hábitos para llevar un estilo de vida saludable, relató Elvira Madrid Romero, presidenta de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, organización dedicada a la promoción de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres,  y no es comprensible cómo o porqué, esta médica internista e infectóloga de la Clínica Especializada Condesa, la presione para abandonar su tratamiento.

El acceso universal en VIH-Sida, no es una concesión del gobierno mexicano, es el producto de una lucha que personas que viven con VIH y organizaciones con trabajo en sida, emprendimos hacia varias décadas para garantizar su acceso a la salud. Presionar a las pacientes para que “renuncien” al medicamento, también es un acto de discriminación y racismo, por tratarse de una mujer indígena, concluyó Elvira Madrid Romero, presidenta de Brigada Callejera.

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